Añadirnos a Favoritos || Enviar enlace a Amigo ||  Maurice Sambra ||

COMENTARIOS

Sobre libro Cuentos de la Prision mas Grande del Mundo

“Esto de contar historias, resulta a veces peligroso; y no deja de ser un acto de valentía, si se quiere ser sincero. Ismael Sambra, logra mostrar con sus narraciones, directas, crudas, sin afeites, una visión dolorosa y real sobre la degradación a la que pueden ser conducidos los seres humanos, cuando caen en manos de un sistema corrosivo que convierte en habitual el asco y el desamparo…”

Silvio Mancha Escritor
editor de Enfoque 3 magazine

“Amigo Ismael, aquí te va el link de tu cuentazo (Las Jineteras también se casan), realismo-realismo. Me lo leí por segunda vez y es muy bueno… Es deprimente, imagínate que yo tengo varios libros dedicado a las jineteras…”

Manuel Gayol Mecías
Escritor y editor de Palabra Abierta Ediciones

“Estas narraciones del escritor y poeta Ismael Sambra entrampan al lector. Son amenas y de fácil lectura; pero profundas, porque muestran en toda su crudeza la descomposición de la sociedad bajo el totalitarismo.”

Pedro Corzo Periodista
preside el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo

“Con estas narraciones Ismael Sambra confirma que “la realidad es más fantástica que la fantasía”. Su libro, que nos ofrece el testimonio de los que vivieron en carne propia las condiciones de “la cárcel más grande del mundo”, tiene un extraordinario valor histórico, lo que lo convierte en una obra de obligatoria lectura para conocer la verdad que la dictadura castrista siempre ha querido ocultar.”

Arnoldo Tauler Dramaturgo
escritor de libros, cine y televisión

“Vivir lo soñado, me parece un buen libro. Lo felicito. Cuentos de la prisión más grande del mundo, lo supera. Ismael Sambra es un escritor con brío y con una larga y dolorosa experiencia que sabe transformar en buena literatura. Su obra perdurará.”

Carlos Alberto Montaner
Periodista, novelista, analista político

Sobre libro Vivir lo Soñado


"Vivir lo Soñado... es un libro de amores, ternuras, recuerdos y nostalgias. Pero también es un libro crítico, atmosférico. No hay amargura ni resentimientos en estos cuentos, trabajados con maestría, con técnicas que demuestran la madurez creciente del autor, pues son cuentos concebidos a lo largo de muchos años."

Rafael Carralero

“Ismael Sambra ha convertido un cuaderno con quince relatos breves en un cuidadoso resumen de episodios intensos, entresacados de un ejercicio vital repleto de accidentes e incidentes. Un lector avisado podrá sentir los efectos inquietantes de una confirmación; un lector profano estará abocadoa una revelación. Pero el lector utópico y visceral deberá tomar precauciones para no llevarse un disgusto gordo. Porque Sambra es uno de esos muertos que ha escapado del Cielo para contarnos que Dios no existe. Y que allí, de dónde él viene, no hay Paraíso ni un carajo. Sambra muestra sin necesidad de demostrar. Rasga el disfraz, descarna. Luego fotografía. Y en cada una de sus narraciones deja un espacio preciso para que el lector concluya.”

(Daniel Igresia Kennedy, fragmento del prólogo, 2002)

Sobre Libro Bajo Lámparas Festivas

"Su poesía es sendero donde se reflejan, como en un espejo, los caminosrecorridos por sus percepciones. Como poeta, Ismael Sambra es prisma que devuelve, hechas vocablos, las refracciones de su buena memoria."

Luis Marcelino Gómez (desde Miami)

"Un libro que contiene el alma de un poeta y su ciudad. El alma del poeta, manifiestada a través de imágenes sobre su casa, su familia, su historia de hombre cabal que son la esecia de su libro."

Odette Alonso (desde México)

"Es en ese debate doble del poeta consigo mismo y con la realidad doctrinal y cotidiana que está lo más significativo del libro, a pesar de la insistencia de Sambra en que veamos el carácter contestatario de sus poemas." "...No hay dudas de que estas lámparas que arrojan luz sobre le pasado poético de Sambra son las primeras. En las luces y las sombras que toda luz nos da, pero sobre todo en las luces, se hallan las claves del poeta hoy más maduro y por ello menos ingenuo, aunque no menos poético, que intentaba junto a parte de su grupo generacional modelar la forma de ver la realidad de la cual él tuvo que desprenderse…”

León de la Hoz, poeta, crítico, ensayista, (desde España)

 

Sobre libro Los Angulos del Silencio

"Si el poeta es un mortal olvidado hoy día en el mercado de lo fácil y entretenido, que va convirtiendo sus carencias en hermosas estatuas plantadas en el desierto, entonces puedo decir que este es un poeta de raza. Yo soy el primero que me siento sorprendido, anonadado y turulato por no haber conocido esta vertiente de la poesia de Ismael Sambra, recorrida por una ternura actualizada de aquel lirismo que nos dejaran María Villar Buceta o Eliseo Diego hacia la familia, los hechos intrascendentes y las cosas menudas de la vida cotidiana, incluso el César Vallejo tierno y díscolo del hermano Miguel."

León de la Hoz (Madrid)

"Sambra nos hace sentir lo esencial imperecedero desde lo singular. Con una agradable y aguda visión poética de las cosas, de la ciudad y del hombre nos hace intuir sus sentimientos desde el recuerdo y sus experiencias cotidianas, para llegar a descubrir en síntesis lo esencial humano."

José Antonio Fidalgo Bouza (Madrid)

“…Su poesía es el niño dormido en su ser más profundo que busca a tientas la emoción del recuerdo dentro de sus angustias y desvelos.”

Maricel Mayor Marsán, poeta, editora revista Baquiana

“…Mientras exista Dios, habrá poesía y hombres como Ismael Sambra continuarán con sus versos y sus actitudes devolviéndole a las palabras su sentido original y primigenio.”

María Elena Cruz Varela, escritora, Madrid, 2000

 

Libro Hombre familiar o Monólogo de las confesiones

"Formado en el espiritu de claridad y comunicación que caracterizó a la poesía conversional de los años sesenta, Sambra consigue en este libro llevarla a explorar también aspectos de la intimidad del hombre que dan carne y sangre al entorno en el que el hombre actúa."

Guillermo Rodríguez Rivera (La Habana)

"El libro me encantó, lo que me alegra mucho poder decir. Particularmente ese amor, la recta nostalgia de los poemas de Santiago."

Antonio Benitez Rojo (desde Amherst, Massachusetts)

“…Casi 20 años después de haber sido escrito, estos tremendamente logrados poemas resurgen con la misma nitidez de entonces. “Porque te dejo ir/ me resultas ausente/ porque llegaste roca hasta mi frontera/ al espejo en que vago/ te has hecho nudo en mi centro”. Pero no es sólo su calidad lo que los hace valiosos; estos poemas tienen, además, el valor de haber sido de los primeros en desprenderse del tono apologético de la poesía cubana de aquellos tiempos.” (Manuel C. Díaz, crítico del Nuevo Herald, Dic. 2000) “…Yo soy el primero que me siento sorprendido, anonadado y turulato por no haber conocido esta vertiente de la poesía de Ismael Sambra recorrida por una ternura actualizada de aquel lirismo que nos dejara María Villar Buceta o Eliseo Diego hacia la familia…”

León de la Hoz, poeta, ensayista, Madrid

“…Pero no se trata de una poesía de la complacencia o lo típico. Su sello es la inconformidad, porque al menos en este caso el verso es como el hombre: discutidor, controversial. El poeta es consciente de ello: "soy un amante de la polémica/me gusta discutir y convencer/sincero y grácil ante la poesía o la frase sabia de un niño.”

Yoel Mesa Falcón, poeta, México

“...Si me preguntasen al respecto de los prólogos diría que me parecen completamente innecesarios… La obra del poeta se basta por sí sola… Sambra es un buen poeta y no creo tampoco que necesite los "halagos" de un prólogo mío...”

Belkis Cuza Malé, poeta, editora de Linden Lane Magazine, Fort Worth, Texas

“…Sambra nos regala en este libro una semblanza muy particular de la verdadera intimidad, la existencia de las cosas que nos rodean y que hablan por nosotros. Su poesía viene del coloquio y la reflexión con un lenguaje directo pero metafórico a la manera de Erza Pound y T.S. Eliot. Es poesía también de las imágenes, de los objetos, de las pequeñas remembranzas, de aquello que nos sobrevive y está de algún modo muy dentro, en nuestro espíritu. Su libro es profundamente original y significa un paso más allá en la eterna búsqueda del diálogo que el poeta establece con la sombra.”

Francisco López Sacha, escritor, crítico, profesor Escuela Internacional de Cine y Televisión, Cuba

"Este poemario encierra una revelación poética (familiar, citadina e íntima) que se suma a la ya extensa y sorprendente obra lírica de Ismael Sambra… Para Betania ha sido todo un honor y un privilegio haber publicado la primera edición de este título en 1999, libro merecidamente galardonado en la Isla en 1984".

Felipe Lázaro, poeta y editor cubano

“Los versos de Ismael Sambra buscan el mundo interior de los seres y las cosas. Proyectan el sentido misterioso de la vida y renuevan esas razones pascalianas del corazón. Su poesía es la

cosmovisión de un ser humano sin tiempo, solo con el espacio cuántico del infinito… Sus poemas conforman un instante —inefable— de la eternidad.”

Manuel Gayol Mecías, escritor, director de Palabra Abierta

“De los sustantivos que aparecen en el título y subtítulo de este libro, debe destacarse Confesiones. De eso sobre todo tratan estos poemas: hay que derrochar coraje poético para proclamar “mamá (...) huracana y severa” o “qué soledad tan llena de seres que no me acompañan” o “confieso ser hijo de padre y madre y no haber tenido/ mamá ni papá”. Verá asimismo el lector algo raro en un poemario: esa especie de amorosa angustia por enterarse de la próxima “noticia lírica” que aguarda al doblar la página. Este poemario resulta soberbio y humilde a la vez; intimista en la medida en que hace público lo íntimo; tiernamente coloquialista cuando nos avisa “sincero y grácil ante la poesía o la frase/ sabia de un niño”. Nadie debe dudarlo: aquí hay poesía de altos quilates.”

Felix Luis Viera, poeta, escritor

“…Sin duda, como aseveré sobre su poemario galardonado en el Casa, Sambra es un apreciable poeta que conoce el valor de las palabras —cuyo peso específico sabe medir y tomar su exacto pulso—, la suya es poiesis, o creación y conocimiento, según Platón. Entonces, sin duda, los suyos por definitorios, resultan versos definitivos.”

Waldo González López Poeta, ensayista, crítico literario y teatral, periodista cultural

“…Si bien su verso es libre, su originalidad comparte, desde allí, con la rima perfecta de una décima —dentro de "Oratoria muy particular" (abbaaccddc)—que podría emular con la mejor. El poeta parece decirnos: conozco mi oficio; he roto con lo clásico pero, cuidado, también sé hacerlo: miren mis octosílabos. A pesar de sus seres —y hasta los objetos son seres vivos para él—, lo abate la soledad verso tras verso. Es su queja. Mas Sambra se refugia en el recuerdo de las cosas sencillas que tanta importancia toman desde su diacronía, desde la epifanía de la madurez…”

Luis Marcelino Gómez, poeta, escritor, profesor universitario, octubre 2000

Comentarios Generales

"...Si me preguntasen al respecto de los prólogos diría que me parecen completamente innecesarios. La poesía es la única que a veces lleva delante esos mamotretos (como diría Heberto). No son necesarios, te lo juro. La obra del poeta se basta por sí sola. Mi primer libro de poemas, El viento en la pared, casi lo arruinó un colombiano, al que yo no conocía, y que sin mi autorización, le coló un prólogo al libro, que terminó con una cita oportunista y odiosa de Marx. Sambra es un buen poeta y no creo tampoco que necesite los "halagos" de unprólogo mío...”

Belkis Cusa Malé, junio 11, 2004

" La poesía de Ismael Sambra es como las calles de Santiago: tortuosa, llena de balcones y ventanas, faroles, niños que juegan y ancianos que recuerdan, hombres y mujeres ansiosos... De mano del poeta subimos y bajamos por calles calcinadas, de silencio solar; dentro dormitan o piensan jóvenes y seres maduros, el paseante-espía mira adentro y atisba viejas mamparas y ese impregnarse las horas en el aire como una materia oleaginosa lista para trazar descubrimientos en el lienzo. Pero no se trata de una poesía de la complacencia o lo típico. Su sello es la inconformidad, porque al menos en este caso el verso es como el hombre: discutidor, controversial. El poeta es consciente de ello: "soy un amante de la polémica/me gusta discutir y convencer/sincero y grácil ante la poesía o la frase sabia de un niño".

El poeta se conoce bien y es capaz de definirse ("no soy de una torre de marfil/de un cuarto oscuro/de un monte viegen/mi casa no es un caracol"). Sapiente de que "la soledad es un delirio peligroso", nada más lejos para él que la estrategia del avestruz o la vida libresca: ama el afuera, las posibilidades solares y lunares; no se le ocurre pensar que lo que busca pueda estar en otra parte. Y lo proclama: "confieso haber sido amamantado/y empujado/sin medida/sin control". Alguien así ha de ser necesariamente generoso: "aquí dejo asentado para sello y cuño que esta casa la hereden/mis hijos y después los hijos de mis hijos con todo su ambiente".

Basta tocar a una puerta santiaguera para que ésta sea abierta y una sonrisa reciba al extraño, al forastero, al sediento. Con la poesía de Sambra pasa algo parecido: basta abrir al azar un libro suyo, como se hace con el Kempis, para hallar un resquicio en el muro, una pequeña luz, un amuleto. "

Yoel Mesa Falcón, (México)

" Acabo de leer un poema en la revista Arique "Breve impresión del fotógrafo", me hizo sentir algo que pocos poemas me hacen sentir, entonces busqué en internet más poemas tuyos, pero hay tantas páginas... Así que encontré esta dirección y mejor pregunto directamente, ¿Dónde puedo encontrar más poemas tuyos?. A mí también me publicaron en Arique la edición pasada, estuve 5 años en un taller literario con el escritor cubano Felix Luis viera. "

Saludos desde México.